miércoles, 8 de enero de 2020

el buey volador (oneiros XXVIII)





   Un hombre de cierto distrito compró un robusto buey y esa misma noche soñó que al animal le salían alas y se iba volando. Temiendo que el sueño le augurara la próxima desaparición del buey, lo llevó al mercado y lo vendió a un precio mucho más bajo que el que había pagado por él. 
   Envolvió el dinero de la venta en un pañuelo, se lo echó al hombro y se dirigió a su casa. 
   A mitad de camino vio un halcón comiéndose medio conejo. Como el ave parecía muy dócil, el hombre la atrapó, le ató la pata a una punta del pañuelo y siguió camino, sujetándola con la mano. El ave trató varias veces de escapar. En una de éstas, el hombre aflojó la mano sin darse cuenta y el halcón salió volando con el pañuelo y el dinero. 






















'El buey volador'
en "Cuentos de Liao Zhai"
Pu Songling
trad. Laura A. Rovetta y Laureano Ramírez
ed. Alianza (1985)

martes, 7 de enero de 2020

el lapso de una noche





   Una vez un hombre fue atrapado robando y por orden del rey se lo condenó a la horca. En camino al patíbulo este hombre dijo al encargado que él conocía un maravilloso secreto y que sería una lástima dejar que muriera con él y que le gustaría revelárselo al rey. Él podía poner una semilla de granada en el suelo y por el secreto que le había enseñado su padre, hacer que crezca y dé fruto en el lapso de una noche. El ladrón fue llevado ante el rey y en la mañana el rey, acompañado por los altos funcionarios de estado, fueron al lugar donde el ladrón esperaba por ellos. Allí el ladrón cavó un agujero y dijo, "Esta semilla debe ser colocada en el suelo solamente por un hombre quien nunca haya robado o tomado algo que no le perteneciera. Siendo yo un ladrón no puedo hacerlo." Así que se dirigió al Visir quien, alarmado, dijo que en sus días de juventud se había quedado con algo que no le pertenecía. El tesorero dijo que, al lidiar con tan grandes sumas de dinero, podría haber ingresado de más o de menos, e incluso el rey admitió haberse guardado un collar de su padre. El ladrón dijo entonces, "Todos ustedes son grandes y poderosos y nada les falta y aún así no pueden plantar la semilla, mientras que yo, que he robado un poco porque estaba hambriento, voy a ser colgado." El rey, complacido con el ardid del ladrón, lo perdonó.


















'El pillo sabio' / 'The wise rogue'
en "A Treasury of Jewish Folklore"
comp. Nathan Ausubel
ed. Crown Publishers (1958)

versión: R. M. 

lunes, 6 de enero de 2020

de mármol transparente






   Cuando escribieron en sus pergaminos esta inscripción, que les conmovió mucho, franquearon una gran puerta que se abría en medio de la galería, y entraron a una sala, en el centro de la cual había una hermosa pila de mármol transparente, de donde se escapaba un surtidor de agua. Sobre la pila, a manera de techo agradablemente colocado, se alzaba un pabellón cubierto con colgaduras de seda y oro en matices diferentes, combinados con un arte perfecto. Para llegar a aquella pila , el agua se encauzaba por cuatro canalillos trazados en el suelo de la sala con sinuosidades encantadoras, y cada canalillo tenía un lecho de color especial. El primero tenía un lecho de pórfido rosa; el segundo, de topacios; el tercero, de esmeraldas, y el cuarto, de turquesas; de tal modo, que el agua de cada uno se teñía del color de su lecho, y herida por la luz atenuada que filtraban las sedas en la altura, proyectaba sobre los objetos a su alrededor y las paredes de mármol una dulzura de paisaje marino.






















de 'La ciudad de bronce' -en la 345ª noche- (fragmento)
en "El libro de las mil noches y una noche" (Tomo segundo)
versión del árabe: J.C. Mardrus / trad. Vicente Blasco Ibáñez
ed. El Ateneo (1950)

domingo, 5 de enero de 2020

en tiempo oportuno (bestiario XIII)





   Los historiadores, y entre otros Héctor Boetius y Saxo, escriben que se encuentran ciertos árboles en Escocia, que dan su fruto envuelto en hojas; cuando éste cae al agua, en tiempo oportuno, cobra vida y se convierte en un pájaro vivo, al que llaman ave de árbol. Este árbol crece en la isla de Pomonne, que no está lejos de Escocia, hacia Aquilón. (...) Sobre este asunto, hallándonos en Escocia, nos informamos por boca de Jacques Roy, hombre muy corpulento y cargado de grasa, enterándonos de que este árbol tan famoso no se encuentra en Escocia, sino en las islas Orcadas. 

















de 'La bernacha'
en "Bestiario Medieval"
trad. Ignacio Malaxecheverría
ed. Siruela (1986)

sábado, 4 de enero de 2020

puestos en movimiento







   Un argumento dice que el alma es una cierta armonía, y una armonía de números, y que la armonía musical está constituida por esas proporciones; y, por consiguiente, cuando los semejantes son puestos en movimiento también se mueven a la vez los de naturaleza semejante.



















del 'Libro II' (fragmento)
en "Sobre la música"
Arístides Quintiliano
trad. Luis Colomer y Begoña Gil 
ed. Gredos/Planeta - DeAgostini (1997)

viernes, 3 de enero de 2020

elocuentes





   Los ojos de un animal tienen la capacidad de hablar un gran lenguaje. Por sí solos, sin la necesidad de la ayuda de sonidos y de gestos, más elocuentes cuando absorben íntegramente en su mirada, los ojos expresan el misterio en su prisión natural, la ansiedad del llegar a ser. Sólo el animal conoce esta condición del misterio; sólo él nos lo puede abrir, pues es un estado que puede abrirse, no descubrirse plenamente. El lenguaje que expresa este misterio es idéntico al misterio que en él se expresa: la ansiedad, el movimiento de la creatura entre el reino de la seguridad vegetal y el reino de la aventura espiritual. Ese lenguaje es el primer balbuceo de la naturaleza al primer toque del espíritu, antes de que ella se entregue a la aventura cósmica del espíritu que llamamos hombre. Pero ningún discurso dirá jamás lo que este balbuceo sabe y puede proclamar. 


















de 'El tú eterno' (fragmento)
en "Yo y tú"
Martín Buber
trad.  Horacio Crespo
ed. Nueva Visión (1984)


jueves, 2 de enero de 2020

sobrevolaron las aguas






   Cuando el Emperador Amarillo partió para la batalla contra Chiyou, dirigió a los honrados de su pueblo a los territorios de Zoutu y a los perniciosos a las cercanías del norte.
   Durante el viaje, los pies de las mujeres no pisaban el suelo, y a menudo avanzaban por encima de las nubes y las neblinas. Sobrevolaron las aguas del Yi y del Luo, y el emperador hizo allí la concertación y las tomó por concubinas. Las concubinas soñaron a menudo que comían el sol y que luego daban a luz. Eso soñaron ocho veces, y ocho veces parieron. A los hijos se les daría el sobrenombre de Ocho Deidades. 



















de 'Historias de los libros perdidos I' (fragmento)
en "Mitología Clásica China"
trad. Gabriel García-Noblejas Sánchez-Cendal
ed. Trotta (2004)