martes, 21 de noviembre de 2023

de deseo

 



   ¿Y entonces, cómo nacieron estas especies? Inmediatamente después, dice la leyenda. Cuando las aguas se retiraron, la tierra quedó cubierta por un estrato profundo de fango caliente. Ahora bien, este fango, que albergaba en su putrefacción todos los fermentos de lo que había perecido en el diluvio, era extraordinariamente fértil. En cuanto el sol lo tocó, se cubrió de brotes, de los cuales surgieron hierbas y plantas de todo género, y además hospedó en su seno flexible y húmedo las nupcias de todas las especies que habían sido salvadas del arca. Fue un tiempo, que nunca jamás se volvió a repetir, de fecundidad delirante, furibunda, en la cual el universo entero sintió amor, tanto que por poco no volvió a retornar al caos. 

   Fueron aquellos los días en que la tierra misma fornicaba con el cielo, en que todo germinaba y todo daba fruto. Todas las bodas eran fecundas, y no en algunos meses, sino en pocos días. Y no solamente todas las bodas, sino todos los contactos, todas las uniones incluso fugaces, incluso entre especies diferentes, incluso entre bestias y piedras, incluso entre plantas y piedras. El mar de fango tibio, que ocultaba la faz de la tierra fría y pudibunda, era un único tálamo exterminado, que hervía de deseo en cada una de sus cavidades, y pululaba de gérmenes jubilosos. 













de 'Quaestio de Centauris' (fragmento)

en "Historias Naturales"

Primo Levi

trad. Carmen Martin Gaite

ed. Alianza (1988)



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