Soñé que había dos globos,
sin saber a cuál subir,
a un punto me dirigí
en un viaje de dos años.
Me llevó a un país extraño
donde los perros volaban,
y las gallinas hablaban
de un modo muy singular,
los gatos sabían bailar
y los burros se afeitaban;
había zorros pintores
y mosquitos albañiles;
zapateras alguaciles
y comadrejas modistas;
Había chinches artistas
bordador un dromedario,
carnicero era un canario,
y un tigre era dorador,
y un cangrejo era doctor,
y un tiburón boticario.
Una chancha muy coqueta
se casó con un zorrino,
y sirvieron de padrinos
la paloma y el zorzal;
un hermoso pavo real
era el cura en la ocasión.
Sacristán un lechuzón
que se mataba de risa
en ver la chancha en camisa
y el zorrino en polizón.
Yo también asistí al baile
por ver cómo era el festín,
un mono toca el violín,
la flauta una cucaracha,
clarinete una vizcacha
y el mandolín un ratón.
Un lagarto el acordeón
y el otabi la gallina,
un loro la concertina
y un caballo el mandoleón.
Treinta parejas bailaban
en una sala espaciosa,
una linda mariposa
con un piojo compadrito
bailaban puro tanguito
con requiebro y con quebrada,
una pulga había enojada
que desde su asiento decía
que le tenía simpatía
a un perro que la afilaba.
'un sueño mágico'
en "Cancionero Tradicional Argentino"
comp. Horacio J. Becco
ed. Hachette (1960)
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