viernes, 21 de julio de 2017

de la mitología






Al principio existía el dios de la noche y la tormenta, negro fetiche sin ojos ante el que saltaban hombres desnudos y untados de sangre. Después, en los tiempos de la república, hubo una gran cantidad de dioses, con sus esposas, hijos, crujientes lechos y rayo que estalla sin peligro. Al final solo los neurasténicos supersticiosos llevaban en sus bolsillos una pequeña estatuilla de sal representando al dios de la ironía. No había en aquel tiempo mayor deidad.
   Y entonces llegaron los bárbaros. Ellos también apreciaban mucho al dios de la ironía. Lo machacaban con sus tacones y lo echaban a sus platos.





















Zbigniew Herbert (1924-1998)
'de la mitología'
en "Poesía completa"
trad. Xaverio Ballester
ed. Lumen (2012)

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