sábado, 24 de junio de 2017

el cuerpo limpio (alchimia XXVI)






   Después de que hayan pasado los días que hemos dicho, sacad vuestro vaso del horno y desecad lo que encontraréis en su interior. Tomad después una parte de esta materia y mezcladla con diez partes del cuerpo lavado; además deberéis tomar una parte del cuerpo lavado y mezclarla con una décima parte del cuerpo limpio, y continuaréis obrando de este modo y según este orden, mezclando uno con otro y observando siempre este mismo número, hasta que se mezclen de tal manera que lleguen a ser una única sustancia, con la que haréis el elixir. Es decir, será necesario dividirlo en varias partes, y si se torna blanco y persevera en esta blancura sin desaparecer y sin que se disipe nada por la violencia del fuego, entonces habréis acabado dos partes de este Magisterio. Y este es el modo por el que el blanco se uno perfectamente con lo impuro y, fuera de éste, no es posible encontrar otro modo de hacerlo. Porque el alma entra fácil y rápidamente en su propio cuerpo, pero si lo queréis unir a un cuerpo extraño no lo lograréis jamás, y esta verdad es suficientemente clara por sí misma.



















de la 'Tercera parte' (fragmento)
en "Conversación del rey Calid y el filósofo Morien 
sobre el magisterio de Hermes"
Anónimo
trad. Santiago Jubany i Closas
ed. Indigo (1997)

No hay comentarios:

Publicar un comentario