¡Oid! pido a todas las estirpes divinas,
grandes y pequeños hijos de Heimdall;
me pides, oh Valfödr, que te refiera
las más viejas historias que puedo recordar.
Recuerdo a los trols, los primeros nacidos,
que en tiempo lejano me dieron la vida;
nueve mundos recuerdo y nueve ramas,
y el gran árbol del mundo, aún bajo tierra.
Fue en los tiempos primeros cuando Ymir vivió;
no había arena ni mar, ni las frías olas,
tierra no había, ni el alto cielo,
sólo el vacío abismo, tampoco había hierba.
Mas los hijos de Bur formaron la tierra,
aquellos que crearon el famoso Midgard;
brilló el sol desde el sur sobre el palacio,
y surgió en la tierra la verde hierba.
Desde el sur lanzó el sol, compañero de la luna,
su mano derecha al confín del cielo;
no sabía el sol dónde estaban sus salas,
no sabían las estrellas dónde tenían su lugar,
no sabía la luna cuál era su poder.
del 'Völuspá' (fragmento)
en "Textos mitológicos de las Eddas"
Snorri Sturluson
trad. Enrique Bernardez
ed. Nacional (1982)
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